Implementación de un lector óptico en el proceso de recepción de materia prima en una empresa de calzado

Fecha
2022
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Editor
Universidad Iberoamericana León
Resumen
La gestión de almacenes engloba el conjunto de procesos que permiten optimizar las actividades logísticas llevadas a cabo para controlar los flujos de mercancías, maximizar la utilización de los espacios y recursos disponibles en el almacén y capturar información confiable que facilite la toma de decisiones. La recepción de mercancías constituye la fase más importante, debido a que representa el inicio de la cadena de valor y, por ende, cualquier error u omisión en la captura de información puede tener consecuencias en las áreas productivas o puntos de venta, lo que puede generar costos que impactarán directamente sobre las utilidades de la empresa (Meet Logistics, 2021). Durante la recepción se lleva a cabo el registro, control y gestión de todo lo que ingresa al almacén, lo cual puede convertirse en un cuello de botella por la gran cantidad de variables de productos y volúmenes que llegan a manejarse. La introducción de herramientas tecnológicas para la automatización de los procesos y el uso de sistemas que permitan optimizar el tiempo de inspección, conteo y alta de los productos puede ayudar a agilizar las operaciones de entrada y facilitar la gestión tanto de las instalaciones, como de las mercancías y la mano de obra (Meet Logistics, 2021). Actualmente, la mayoría de las empresas llevan a cabo la identificación de sus productos con código de barras, ya que es un sistema flexible aplicable en cualquier tipo de industria que permite el reconocimiento de las mercancías a nivel unidad o lote (Mecalux, 2021). El código de barras se puede definir como un sistema de identificación por medio de la impresión gráfica de líneas verticales de diferente grosor y con espacios entre ellas, que se adhieren a los artículos, envases, ubicaciones y áreas del almacén o unidades de embalaje por medio de etiquetas. Su aplicación dentro de las empresas y los comercios con fines de control y trazabilidad se remonta al año de 1966; sin embargo, el auge de su popularidad se dio a partir de los 80’s (Tec Electrónica, 2021). La creación de los códigos se adhiere a normativas nacionales e internacionales que son emitidas por órganos regulatorios que proporcionan la codificación adecuada a cada empresa y productos, y dan formalidad a este tipo de identificación, evitan la duplicidad y facilitan la identificación a nivel unidad (Tec Electrónica, 2021). El código EAN (European Article Number), mejor conocido como GTIN12, y el UPC (Universal Product Code), son los identificadores que cuentan con reconocimiento internacional. El primero fue creado por la Asociación EAN, mientras que el segundo fue creado por el UCC (Uniform Code Council). A partir de 1985, ambas entidades se unieron para conformar la organización GS1 y unificar la administración de los códigos de barras a nivel mundial. En México, la organización encargada es la GS1 división México, y el número de identificación asignado a la República Mexicana es el 750 (GS1 México, 2021). Para la lectura de la información contenida en los códigos, se requieren dispositivos electrónicos que permiten traducir los datos contenidos y enviar la información a un ordenador que debe de contar con un Sistema de Gestión de Almacenes o un Software de Planificación de Recursos (WMS o ERP, por sus siglas en inglés, respectivamente). Estos reciben el nombre de lectores ópticos, y permiten habilitar la comunicación de los datos con el sistema en cada momento y lugar de los almacenes, agilizan los conteos, tomas de inventarios, altas, bajas y el reconocimiento de mercancías, asignación de tareas al personal, etc. (Mecalux, 2021). En resumen, un lector de códigos de barras es un dispositivo óptico- electrónico que emite uno o varios rayos de luz láser a través de una ventana, y es capaz de decodificar la información contenida en las líneas y espacios que integran el código, con base en el grosor y distancia entre líneas (Cognex, 2021). Los dispositivos contienen un sensor que mide la intensidad de la luz reflejada, y crean una señal que se envía a la computadora por medio de un cable USB o señal inalámbrica (Bluetooth); esto permite intercomunicar la información de la etiqueta con el WMS o ERP. Estos pueden ser fijos, de mano o inalámbricos, de acuerdo con las necesidades que presenten los centro donde se usan. En el caso de los lectores industriales, tanto alámbricos como inalámbricos, estos adicionalmente tienen un alto nivel de protección (IP), y son muy resistentes, lo cual los vuelve muy aptos para almacenes dinámicos. Además, permiten llevar a cabo la lectura de los códigos de barras aun cuando se encuentren en mal estado o deteriorados y no cuenten con una buena calidad de impresión. También son rápidos, eficaces en el intercambio de información y tienen buena duración de la batería, incluso los modelos inalámbricos. Estos últimos, otorgan flexibilidad y libertad de movimiento al operador, facilitan las tareas en espacios amplios y brindan condiciones de desplazamiento seguras por la eliminación de cables (Tecnipesa, 2021). Dentro de las ventajas de las lectoras portátiles se encuentran su rapidez y capacidad, ya que pueden realizar hasta 1,300 lecturas por segundo. Además, el láser proyectado no se desvía aún en distancias largas. Por el contrario, dentro de las desventajas se enlistan la dependencia a la integridad y buen estado de los códigos de barras para poder hacer las lecturas y el uso de combinaciones de colores que contrasten y no generen ruido para asegurar la decodificación de la información. Asimismo, el mantenimiento de estos dispositivos puede ser caro, ya que, al contener espejos o cristales oscilantes, estos pueden romperse y su reposición suele ser costosa. Además, implica capacitación con los usuarios en cuanto a las medidas de seguridad y protección asociadas con el uso de láser (Cognex, 2021). Dentro de la industria del calzado, el uso de los lectores ópticos ha permitido agilizar las operaciones a lo largo de toda la cadena de valor, desde la trazabilidad de las materias primas que van a emplearse en la fabricación de los zapatos, hasta la información obtenida de los puntos de venta acerca del movimiento del producto terminado. La tecnología del código de barras es especialmente útil para empresas que cuenta con un modelo de producción de tipo “make to stock” (TIC Portal, 2021), el cual demanda un control preciso y exacto de los inventarios para evitar rupturas de stock que causen paros en la producción o sobreinventarios por el fin del ciclo de vida de los productos; y que es el caso de la empresa en la cual se aplica el presente proyecto. La identificación por código de barras es un sistema que se aplica ampliamente en la industria textil y del calzado, independientemente del tamaño de la empresa y producto que comercialice. Desde gigantes globales como Nike y Adidas, hasta marcas mexicanas que exportan sus productos como Flexi y Charly, emplean la identificación por código de barras para tener visibilidad de sus productos y materias primas en todo momento, facilitar la captura de información y agilizar sus operaciones por medio de la optimización de los recursos disponibles. Por lo antes expuesto, se plantean las siguientes hipótesis: Hipótesis 1: La optimización del proceso de recepción de materia prima mediante el uso de tecnología de lector óptico influye positivamente en la eficiencia de los operadores y del alta de materiales. Hipótesis 2: La reducción de los tiempos de recepción bajo el uso del lector óptico agiliza el tiempo de atención y estancia promedio de los proveedores en el centro de distribución.
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