Difusión de la Investigación
URI permanente para esta colección
Examinar
Examinando Difusión de la Investigación por Autor "Goméz Vargas, Héctor, 1959-"
Mostrando 1 - 1 de 1
Resultados por página
Opciones de ordenación
- ÍtemJóvenes, mundos mediáticos y ambientes culturales : los tiempos del tiempo : la ciudad, biografías mediáticas y entornos familiares(Universidad Iberoamericana León, 2012) Goméz Vargas, Héctor, 1959-En este contexto, se está sembrando en los universitarios un sentimiento que puede definirse utilizando tres palabras: incertidumbre, inseguridad y vulnerabilidad; que podría sintetizarse utilizando el concepto de precariedad, por ser éste un término que evoca inestabilidad e incluso carencia, asociadas a la escasez y prácticamente desaparición de puntos claros y seguros donde asir las confianzas, en uno mismo, en los otros y en la comunidad. Las encuestas que se han hecho sobre la juventud manifiestan la fuerte presencia de la familia en el mundo de los jóvenes, no sólo en lo que se refiere a la seguridad económica y social, sino asimismo, en los modelos morales para encarar su futuro teniendo en frente una situación más complicada, conflictiva y dura. En ese sentido, los hijos crecen al amparo de los distintos capitales (económicos, sociales y culturales) que provienen de la familia, pero igualmente, en muchos casos los jóvenes son “pioneros” en varios procesos no realizados en la familia (De Garay, 2008), como es el caso de concluir sus estudios de educación media superior o superior, así como los “difusores” de una cultura y forma de vida que proviene de la sociedad de la información, del entretenimiento y de los medios de comunicación, con lo cual los padres tienden a ser los analfabetas y dependen de los hijos, quienes son los portadores de los capitales tecnológicos y de los saberes comunicativos dentro de una sociedad que cada vez más, pasa a una plataforma de organización que proviene, se distribuye y circula por los dispositivos tecnológicos de información y de comunicación (Morduchowicz, 2004). Es pertinente considerar que lo anteriormente expresado no es reciente ni se circunscribe a la ciudad de León, sino que es una situación que ha venido ocurriendo de manera generalizada y a lo largo del siglo XX. Varios estudios de la juventud hacen referencia a la propuesta de Margaret Mead del paso de una cultura “postfigurativa” caracterizada porque se rige por patrones tradicionales del pasado, donde los adultos instruyen a los más jóvenes y los cambios son lentos en el tiempo, a otra cultura “prefigurativa” que se mueve más orientada hacia el futuro, donde los adultos aprenden de los miembros jóvenes del grupo, y los cambios son más rápidos y acelerados. En las condiciones actuales, el paso a una cultura prefigurativa conlleva una serie de contextos y situaciones de tensión y de conflictos. Por un lado, la juventud se define como una condición que busca superar una serie de dependencias en relación a las instituciones primarias, pero que simultáneamente suelen vivir en función de esas dependencias, como es el caso de la familia, la escuela y el trabajo. En esa situación hay una tendencia en los jóvenes de apropiarse de una serie de recursos, prácticas, espacios, ámbitos de socialización y de afectividad mediante las cuales conforman sus propias identidades a través de las interacciones comunicativas (Avelló y Muñoz, 2002), por lo cual la dimensión comunicativa de la cultura, y lo que proviene de la cultura mediática, es fundamental para la constitución de las culturas juveniles y su diversidad (Rodríguez, 2002). Nuestro interés ha sido explorar la manera como los jóvenes constituyen sus identidades y conforman su subjetividad, y a partir de ello construyen su realidad y se mueven por la realidad social. Consideramos que una perspectiva que nos puede dar muchos elementos para acceder a ello es a través de la relación de los jóvenes con las culturas mediadas, la manera como se vinculan y usan los medios de comunicación y las tecnologías de información y de comunicación. Hemos de reconocer que nuestros estudios, que si bien buscan generar sentido y conocimiento de lo que sucede en nuestros contextos de vida como sujetos sociales e históricos, igualmente nos interesa explorar algunas de las rutas de estudio y de investigación que se están realizando en ámbitos nacionales e internacionales, en particular en lo que se refiere a los consumos mediáticos juveniles, que corren por áreas de estudio paralelas como los de las culturas juveniles, los consumos culturales, los nuevos medios de comunicación, la educación y el consumo de cultura mediática. El trabajo lo hemos dividido en tres apartados. En el primero esbozamos el tránsito que nos condujo a preguntarnos por los jóvenes en la ciudad de León y que a su vez, nos llevó a proponer un programa para realizar distintos proyectos de investigación, el cual es el antecedente de la conformación en el 2009 del Programa de Estudios Socioculturales y de la Comunicación (PESyC) en la Universidad Iberoamericana León. Igualmente esbozamos algunos de los elementos desde los cuales comenzamos a estudiar a los jóvenes y a las culturas mediáticas. En el segundo apartado, abordamos en forma breve el desarrollo histórico de la ciudad y su vínculo con los jóvenes, e introducimos algunos elementos de la manera como los jóvenes viven en la ciudad. En el tercer apartado mostramos dos formas distintas del modo como los jóvenes se han vinculado con la cultura mediática, la primera a través de su propia biografía, la segunda, a partir de los entornos y contextos familiares. La exploración ha sido la antesala para afinar la mirada aún más, por lo que tenemos más preguntas que certezas, reconociendo que se debe realizan un nuevo esfuerzo por acceder a los mundos juveniles desde estas rutas porque ellos mismos son una realidad móvil, cambiante y con diversidades substanciales entre una generación y otra, generación que se puede medir en uno o dos años a lo más, como igualmente sucede con la cultura mediática. Para realizar los esfuerzos de investigación, a lo largo de los últimos años me he apoyado y he aprendido de todos mis alumnos a quienes les he impartido clases, principalmente a los de la licenciatura de Comunicación de la Universidad Iberoamericana León. Es difícil agradecer y dar el crédito a cada uno de ellos, por lo cual lo hago de manera general, a todos y a todas les estoy muy agradecido, gracias, muchas gracias, porque este trabajo es colectivo.