El bajo crecimiento ha dado como resultado la generación de 197 millones de desempleados en el 2015, es decir, 27 millones más que los que se generaban antes de la crisis. Adicionalmente, los empleos generados son cada vez más precarios: 1,500 millones de personas laboran en condiciones inadecuadas, lo que representa 46% del empleo mundial. (International Labour Organization (OIT), 2016).